IMPORTANCIA DE LOS ESTIRAMIENTOS EN LA ACTIVIDAD DEPORTIVA
No es ningún secreto
que practicar estiramientos antes y después de realizar deporte beneficia al
organismo y mejora el rendimiento. Resulta imprescindible estirar antes y
después, siendo indiferente el tipo de actividad física que se vaya a realizar:
velocidad, resistencia o fuerza; siempre enfocándolos a las zonas del cuerpo
que se va a trabajar, ya que el principal objetivo es evitar las lesiones
deportiva y mejorar el rendimiento.
Este tipo de
estiramiento se usa de forma muy habitual en Fisioterapia.
ESTIRAMIENTOS POST-ISOMÉTRICOS
Los estiramientos
post-isométricos nos ayudarán a aumentar la flexibilidad, reducir las lesiones,
aumentar y conservar la amplitud del movimiento, mejorar el tono muscular,
recuperarse más rápidamente de la fatiga, mejorar la propiocepción y con ello
alcanzar un mayor rendimiento físico.
Por el contrario, pero
no menos importante y a tener en cuenta, debemos tener en mente las
contraindicaciones. Evitaremos hacer estos estiramientos cuando existan
lesiones de partes blandas en su fase aguda, en lesiones neurológicas
periféricas, en articulaciones con inestabilidad y tras esfuerzos intensos si
lo que pretendemos es ganar recorrido.
Mediante los estiramientos post-isométrico conseguiremos estirar los
músculos tónicos, que son aquellos destinados a mantener la forma y el tono del
cuerpo, y tienden a la rigidez y el acortamiento.
La ventaja de este estiramiento es que además de
estirar el músculo también involucramos el
tendón, por lo que el estiramiento es más completo. El inconveniente
es que la
técnica para realizarlo es ligeramente más complicada e implica algo más de
tiempo.
La técnica:
Lo que hacemos es que llegamos hasta un punto donde notemos una tensión suave
(primera barrera motriz), mantenemos esa posición durante 20-30 segundos.
Pasado ese tiempo realizamos una contracción isométrica suave del músculo que
estamos estirando durante 6 segundos. Una vez terminada la contracción
isométrica aumentamos ligeramente el estiramiento hasta notar otra vez una
tensión suave (segunda barrera motriz), que mantendremos durante otros 20-30
segundos. Volvemos a hacer otra contracción isométrica de 6 segundos y
aumentamos el estiramiento hasta notar otra vez una tensión suave (tercera
barrera motriz). Mantenemos la nueva posición 20-30 segundos y al finalizar
volvemos a la posición inicial lentamente.
La contracción que se hace durante el estiramiento es una contracción
isométrica suave, es decir, una contracción que no produce movimiento y de poca
intensidad. Por ejemplo si estamos estirando los isquiotibiales (músculos que
flexionan la rodilla), la contracción que debemos hacer es como si fuéramos a
flexionar la rodilla pero sin que se llega a producir movimiento, , sin
retroceder en la posición que habíamos llegado durante el estiramiento,
simplemente sentimos que el músculo se ha contraído ligeramente.
Bibliografía:
Optimafisio; Fisioactive.